Aadrían Iaies & Horacio Fumero. Jueves 16 de mayo. ...
Círculo Amistad Numancia 20:30 h.
Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
Los atareados años desafía;
Hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
Menos que la liviana melodía,
Que sólo es tiempo. El tango crea un turbio
Pasado irreal que de algún modo es cierto.
Un recuerdo imposible de haber muerto
Peleando, en una esquina del suburbio.
Jorge Luis Borges
Adrián Iaies. Piano — Horacio Fumero. Contabajo.
Tango y jazz.
Naturalmente, y a simple vista, hay mucha distancia entre un bandoneón y una trompeta, si bien los lamentos de la trompeta de
Miles Davis no desmerecen de la nostalgia latente en muchos tangos. Sin embargo hay música latina desde los orígenes del jazz, el
spanish tinge (matiz latino) del que ya hablaba
Jelly Roll Morton. No en vano Nueva Orleans fue incluso española casi 40 años en el siglo XVIII y está a un paso de Cuba y el mar Caribe. Tarde o pronto llegan al Océano Atlántico las aguas de los ríos Missisipi, Guadalquivir y río de la Plata. Viajes de ida y vuelta en todas direcciones, más o menos reales o imaginados, conectan jazz, flamenco y tango. En un diccionario cubano de 1836 aparece la primera definición de la palabra tango,
“una reunión de negros para bailar al son de un tambor”.
“Tango” es una palabra bantú sinónimo de tambor. Fonéticamente, de tambor a tango hay un paso muy corto. Aunque poco tendría que ver este baile sensual negro de los siglos XVIII y XIX con el actual tango argentino, no menos sensual. ¿Poco? La
contradanza europea se transformó, en manos de músicos negros y mulatos cubanos en
habanera y en tango habanera, y de ahí volvió a Europa y en Andalucía se hizo tango andaluz en el siglo XIX, más enfocado al baile, y tango zarzuelero, que concentraba su peso en las palabras. Se sabe que al menos este último cruzó de nuevo el Atlántico hasta el río de La Plata.
También hay música afroamericana en Argentina y Uruguay, el candombe, que influyó primero en la
milonga (también palabra bantú, que significa “palabras” o “discusión”) y después en el tango. Pero éste surge como algo nuevo, peculiar y reconocible sobre todo ese entramado de influencias.
Jazz, tango, flamenco… vinieron con el cambio de siglo desde el arrabal para conquistar la ciudad, llegando a los salones, donde una nueva clase urbana busca emociones fuertes a principios del siglo XX. En proporciones variables, según la época, estas músicas combinan baile, canto y música, extendiéndose por el mundo. En el caso del tango llegó primero el baile, a Broadway, en 1913, causando sensación. Veinte años después triunfó la canción, con
Carlos Gardel, en Nueva York.
Stan Kenton y
Louis Armstrong hicieron versiones jazzísticas de su tango
El choclo. De manera recíproca el jazz también cala en el río de La Plata, alcanzando un momento cumbre cuando el trompetista
Dizzie Gillespie, disfrazado de gaucho, desfila a lomos de caballo por las calles de Buenos Aires para anunciar su
big band, allá por 1956, cuando versioneó
Adiós muchachos con el
bandeonista Osvaldo Fresnedo. La madurez y la complejidad musical le llegó al tango con
Astor Piazzolla y al jazz con el movimiento
be bop, expresando un nuevo mundo cambiante y confuso.
Piazzolla compuso
Libertango y esa libertad hace crecer la música, combinarse, sin perder la esencia emocional que hizo de cada uno de estos géneros musicales algo único.
Así, desde la siempre cercana, pero a la vez misteriosa, Buenos Aires,
Adrián Iaies y
Horacio Fumero –veteranos músicos ya consagrados- nos traen un CD con el más natural encuentro del jazz con la música del río de La Plata. En
Conversaciones del arrabal amargo (en alusión al nombre de uno de los emblemáticos tangos de
Carlos Gardel), estos dos artistas imprescindibles de la música popular argentina abordan y se apropian de un repertorio de tangos clásicos, de algunas de las canciones más bellas de
Astor Piazzolla y del color tan particular del folklore rural argentino desde una mirada jazzística, nueva y única. Sin fusiones, sin procedimientos antinaturales, sin estereotipos. Se trata del simple diálogo de dos
jazzmen y amigos entrañables acerca de sus propias j
azz songs, aquellas que se gestaron en el barrio que les vio nacer y crecer.
Conviene leer…Jazz, Flamenco, Tango: Las orillas de un ancho río. José Luis Salinas Rodríguez. Editorial Catriel. 1994.
Jazz latino. Isabelle Leymarie. Colección Ma non troppo. Ediciones Robunbook. 2005.
Adrián Iaies. PianoActual director artístico del festival internacional de jazz de Buenos Aires, tres veces nominado a los premios
Grammy, con una discografía como líder de más de una quincena de títulos es una de las figuras claves del actual jazz argentino.
Visita imprescindible: www.adrianiaies.comHoracio Fumero. ContabajoEstablecido en Barcelona desde hace más de 30 años, ha acompañado al legendario
Tete Montoliú por más de 17 años y es uno de los contrabajistas más respetados y solicitados de Europa.
Visita imprescindible: www.horaciofumero.comEnlaces Audio: Arrabal Amargo: http://www.adrianiaies.com/home/audio/Arrabal%20amargo.mp3Fuimos: http://www.adrianiaies.com/home/audio/Fuimos.mp3Enlaces Video: Silbando: http://www.youtube.com/watch?v=jnB4t8koeaU&feature=youtu.beChiquilín de bacín: http://www.youtube.com/watch?v=wAZj1flB1HU&feature=relmfu